El gran negocio de las impresoras está —como ya imaginamos— en los cartuchos de tinta, por eso a veces nos encontramos que vale menos una impresora que sus cartuchos originales. Los fabricantes lo saben bien y ante la avalancha de productos compatibles han decidido atajar el mal de raíz; ¿cómo?, pues anulando los cartuchos de otras marcas con las actualizaciones del software de la impresora.
O sea, que si tienes por ejemplo, una HP y pones un cartucho compatible, lo más probable es que o no funcione o deje de hacerlo al poco tiempo (vamos, lo que tarden en actualizarse los drivers de la impresora).
En EEUU algunas asociaciones de consumidores ya han remitido quejas a la fiscalía denunciando lo que consideran una vulneración de los derechos del consumidor. Epson y HP ya se han visto obligados a pedir disculpas, aunque eluden mencionar la palabra «bloqueo» y lo disfrazan con eufemismos como «mejorar la experiencia del usuario».
¿Puede un fabricante obligar a un consumidor a utilizar sus consumibles? Desde FACUA desmienten rotundamente este extremo: "Se vulneraría la legislación de defensa de los consumidores como la de defensa de la competencia”, explica a EL PAÍS Rubén Sánchez, portavoz de la organización de consumidores. “Es como si un fabricante automóviles exige que solo se puedan usar neumáticos de su casa; no tiene ningún sentido que se haga salvo que sea de forma maliciosa”, explica. “Es una trampa”, concluye Sánchez.
Y en estas nos vemos: el fabricante intentando por todos los medios que usemos sus productos y los usuarios buscando otras maneras de abaratar los costes de impresión. Y digo yo… ¿Con la de cabezas pensantes que hay en esas multinacionales nadie es capaz de proponer una solución satisfactoria para ambas partes? ¡Venga ya, hombre!
Fuente: https://elpais.com/tecnologia/2018/10/18/actualidad/1539855435_014561.html
Imagen: Pixabay.com
